Imaginemos una tarde cualquiera del verano de 1991: el aparato de aire acondicionado ha vuelto a fallar miserablemente y el calor apremia en el destartalado apartamento de Nueva York donde deambulan unos personajes extravagantes dispuestos a acompañar al amigo Alik en sus últimas horas de vida. Las botellas de vodka animan una reunión que más parece una fiesta que un duelo, pero así es como Alik ha querido que fueran pasando sus horas de agonía. Postrado en la cama por una enfermedad que ha atrofiado su cuerpo, este hombre enérgico, enamorado de los placeres de la vida y capaz de alegrar incluso su propio velatorio, recrea con su presencia un mundo donde la tragedia flirtea con la comedia bufa y todo, o casi todo, es posible. Al ir siguiendo los pasos y los sentimientos de las amantes, las esposas, los rabinos, los sacerdotes, los médicos y los variopintos conocidos que le asisten, descubrimos en Alik la esencia de esa tierra rusa que Tolstoi describió en La muerte de Ivan Ilich, y que ahora se muestra con humor e ironía, justo en el momento en que la Unión Soviética deja de existir. Elogiada por la crítica internacional, que ha comparado su talento con el de las grandes figuras de la literatura rusa de todos los tiempos, Ludmila Ulitskaya llega por fin al lector español con estos magníficos Alegres funerales de Alik para descubrirnos un nuevo modo de mirar la muerte y saborear la vida. "En América tenemos amigos, padres, hijos, amantes... pero Ulitskaya nos demuestra que, puestos a hablar de amor, los rusos rompen barreras." Los Angeles Times "Me recuerda las primeras novelas de Evelyn Waugh... ¡Una delicia!" The New York Times Book Review