Este ensayo ilustrado del reconocido crítico e investigador de arte propone un recorrido teórico para reflexionar sobre el juguete creado por los artistas. Hay una nueva estética de ese objeto para jugar con la mirada. Una estética desestructurante, en cierto aspecto, que le da nuevo lenguaje, otra comunicación, al fetiche otrora hueco, eviscerado. Es el artista quien interpreta la vuelta de tuerca para que tal fetiche establezca nuevas coordenadas con la materia que le da vida. Otras secuencias. Otras denuncias. Otros testimonios paródicos. Otras alternativas protagónicas. Una contrapropuesta de la posmodernidad para que el juego del arte asuma una participación menos convencional y burguesa. Para que ese juego del arte se descontraiga y revitalice en nuevos hálitos de frescura, de dominio de lo frágil, de articulación de la gracia.