La vasta producción literaria (novelas y relatos) de Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1909-1994) es profundamente analizada en su contexto histórico e intelectual, sin dejar de considerar los hechos biográficos que las enmarcan y las ideas sobre la narrativa que alimentaron al autor. Así, se examinan sus ideas sobre la juventud y la vejez, su percepción del tiempo, sus nociones sobre la pureza y el mal, y la presencia de la ciudad y sus espacios en sus obras: los cafés, las playas, la costa, los malecones, los dormitorios. El autor nos muestra cómo la vida y obra de Onetti está marcada por una diversidad de trabajos y de relaciones. "Es la típica vida de un hombre que ha ido de salto en salto, que no tiene proyectos únicos a largo plazo, salvo los literarios". Hubo temporadas de hasta dos años en los que no escribió una sola línea. En una frase que Onetti le dijo a Mario Vargas Llosa, sintetizó sus diferencias: "Vos estás casado con la literatura. Para mí es como una amante". Fue un eterno segundo en los concursos literarios. Perdió frente a Ciro Alegría, Bernardo Verbitsky, Jorge Masciángioli y Marco Denevi. Su novela "Juntacadáveres" (1964) fue relegada en el Premio Rómulo Gallegos por "La casa verde" de Mario Vargas Llosa ("lo que pasaba es que mi burdel era más chico", iba a justificarse Onetti después). En su discurso de aceptación del premio, Vargas Llosa señaló que América Latina no le había dado al "gran Onetti" el reconocimiento que se merece. En 1975, en una encuesta realizada por el semanario "Marcha", fue elegido el mejor narrador uruguayo de los últimos cincuenta años. Obligado en 1974 a salir del Uruguay por la dictadura (había sido condenado por ser parte del jurado de un concurso literario que le dio el premio a un cuento "antipatriota" de Nelson Marra), se instaló en Madrid, donde permaneció durante casi veinte años. Nunca volvió a su país. Desde su muerte, los ensayos, biografías, artículos y congresos sobre su obra se han multiplicado. Este fenómeno quizá hubiera dejado indiferente al gran autor uruguayo, que alguna vez comentó: "Los críticos son como la muerte... Tardan, pero llegan".