El virrey ha muerto y, mientras preparan las exequias, en la ciudad de Álbora esperan un seguro estallido de violencia. En castigo por haber sido la amante y el gran amor del virrey, Junia, la virreyna, encierra a Bérnaba en el calabozo del pueblo, donde cualquiera que lo desee puede pasar la noche con ella. Bérnaba, la hermosa, recluida con sus dos hijos y repudiada por todos, resiste y concibe la revolución en su propio cuerpo. Todas las razas que habitan el Virreynato se rebelan: los crudos, los mitimaes y los cue cués anhelan la independencia amparados en una profecía y bajo las órdenes de los maestros de la Logia Bagual. Pero las luchas internas entre los revolucionarios, sumadas al terror que encarnan la virreyna y su consejero, Cayo Catarina, y a las aspiraciones al poder de los hacendados, los prestamistas y el Protomedicato desatan una trama tan parecida a la nuestra que se lee con la avidez de quien asiste a su propia historia.