Las mejores obras del clasicismo literario francés -Racine, Moliére, La Fontaine y Bossuet, los clásicos por antonomasia- fueron emoción, pasión, audacia, innovación (púdicamente disimuladas tras de la contención formal) y estilización artística. Tal es la respuesta de Henri Peyre, una de las mayores autoridades en la materia, a la inquietante y debatida cuestión en torno a la cual se ha construido en buena parte la historia toda de la literatura francesa. El ambiente y el momento histórico que configuran el siglo XVII francés, los rasgos fundamentales del clasicismo -racionalismo, intelectualidad, impersonalidad, universalidad, naturaleza y verdad-, su sentido de las reglas y sus relaciones con el arte y la moral, su ideal artístico: he ahí los problemas fundamentales que en este libro se deslindan. Paralelamente a ellos se desarrolla en torno al tema del clasicismo un importante estudio de literatura comparada -Grecia y Roma, Italia y España, Alemania, Inglaterra-, de innegable utilidad, y un examen crítico del neoclasicismo. La copiosa bibliografía con que se cierra la obra y las correcciones especialmente introducidas por el autor en esta edición contribuyen a valorar un libro consagrado ya por la crítica como una de las aportaciones decisivas para comprender el clasicismo literario francés.