En Santiago de Chile, a comienzos de septiembre de 1973, un grupo de militantes de izquierda espera -en una casona del barrio Bellavista- a un visitante misterioso. Tres décadas más tarde, el hijo de uno de los miembros de ese clan va tras los pasos de una mujer, obsesionado por dilucidar un enigma cuyos orígenes acaso se remontan a esa jornada. "El día de los muertos" es la crónica de una doble búsqueda, marcada por pulsiones emocionales y eróticas, y por las certidumbres implícitas en el espíritu de épocas distintas. Las historias de Esteban y Valentina; Gaspar y Matilde, separadas por una grieta de treinta años abarcando cuatro continentes, se aluden en un contrapunto irónico que refleja la transmisión oblicua y malograda de una herencia generacional. "El día de los muertos" confirma el lugar destacado que su autor ocupa en el actual panorama de la narrativa latinoamericana.