Estimado lector, no quería que ingresara en estas páginas sin tener en cuenta algunas cosas que necesito puntualizar. No va a encontrar aquí una historia de Rosario Central. Simplemente quisimos retratar cómo fueron los escalones que subió el equipo auriazul hasta conseguir el ascenso. Miguel Ángel Russo debió hacer esta presentación. Los tiempos no se dieron. Suya es la frase que marcó cada conferencia de prensa: ?hay que subir escalón por escalón?. Con eso simplemente marcó una etapa. Fueron meses de perfil bajo, declaraciones austeras y resultados que acercaron el sueño que buscaba todo el pueblo académico: volver. En cada encuentro hubo una semana detrás. Declaraciones, informaciones, cambios, lesiones? Cuando vemos, por ejemplo, con cuanta furia un jugador grita un gol o como se abraza muy fuerte con un compañero para desahogarse, comprendemos como puede influir todo el contexto. Es que se sabe, aquellas cosas también terminan jugando. Por eso las incluimos en los relatos. Para contar como se vivió, tendremos la ayuda de Emiliano Ocampo. Alguien de bajo perfil que entiende un rato largo de fútbol. Y algo fundamental: sabe explicarlo. Me animo a confesarle que casi al final del libro habrá conocido más detalles de un partido que seguramente hasta aquí, no tenía en cuenta. El tipo es fanático de Central. Con sus sensaciones ilustrará todos estos tiempos que atravesó el club que él ama. Omitía un detalle único: lo conozco y lo quiero desde hace más de treinta años. Cuando se encuentre con las imágenes de los referentes de este plantel que consiguió el ascenso, la responsabilidad es de Alejandro Peralta. Buscamos algo diferente con este libro, pensamos que los dibujos tienen un encanto que más de una foto quisiera. Y Alejandro trajo sus producciones para acompañar las palabras. En mi caso, miré siempre la realidad desde otra visión a la de Emi. He transitado medios de comunicación y redacciones. Arrastro conmigo la pasión por el periodismo. Me puede el tema de la historia del fútbol, la estadística y todo lo que la rodea. Por eso verá referencias constantes, detalles que tienen que ver con los datos, o con los orígenes del club. No se sorprenda al momento de leer la palabra canaya con Y griega. Es por una razón: Roberto Fontanarrosa. Él hizo un dibujito que lo denominó con ese nombre para graficar el apasionado representante auriazul. Desde entonces muchos llaman a los hinchas de Central con esa palabra: canaya. Nosotros, sin ofender a los que piensan lo contrario, elegimos la misma. Le entregamos a este libro lo mejor que pudimos y que nos salió. Ojalá pueda disfrutarlo. De ser así, estamos hechos. Ariel Díaz.