Hablar sobre lo que un pueblo pensó y realizó siempre ha sido un tema polémico, y con más razón en Amerindia con tantas culturas y pocos documentos escritos autóctonos. A pesar de ello, sobre la base de las obras consumadas, intento comprender las ideas que fundamentaron los logros de esos pueblos. Las diferencias estructurales y funcionales de las pirámides nunca dejaron fuera la idea básica de ser una figuración de la montaña y de la Tierra. La pirámide fue potestad del sacerdocio tanto en Mesoamérica como en Suramérica y siempre acorde con la decisión política y su ética. Tal ética configurada fue la estructura fundacional del pensamiento mágico primordial y de la cosmovisión habida en Amerindia. Aquella realidad creada, como hecho físico de ese pensar, estuvo siempre involucrada con la ética y estética de su parecer cosmovisivo, de su enorme Fe. La pirámide fue un referente coadyuvante que protagonizó las ceremonias y unificó gobiernos y comunidades.